Cindy

Como el sol. Inalcanzable y cercano a la vez. 
Disfrutar del placer de dar y de recibir a cambio es lo que consigue Cindy. Estar loca y contagiarlo en forma de alegría, de risas, de ganas de gritar, de bailar, de volar. Sonreír, y como consecuencia, brillar. 
Existir únicamente para el presente. Olvidarse del pasado y despreocuparse del futuro. Disfrutar del momento, ahora que lo tiene TODO al alcance de su mano. Ahora que un simple guiño de ojos significa horas y horas de pensamientos derivados. Ser feliz solo por imaginarlo. Dejar que una llamada perdida acelere tu pulso. Despertar, desperezarse y vivir. Vivir eternamente, a cien por hora. Convertir cada segundo en un pestañeo, un beso, una idea. Soñarlo y escribirlo con el dedo sobre la mesa. 
Porque sabe que es joven, que es transparente, que es invencible. Y da igual cuantas veces se caiga, cuantas se resbale o la empujen. Curar un golpe con el flash de una cámara : ¡Sonríe! 
Sentir como por sus venas corre euforia y notar encima miradas de envidia. 
Equivocarse, arrepentirse y solucionarlo con un abrazo. 
Podrían describir a Cindy  como irresponsable, infantil o incluso imprudente. A mi me parece que simplemente disfruta. Disfruta de lo que por derecho puede y es capaz de hacer sin que nadie se lo impida.
Porque con quince años la frase es Carpe Diem.

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